No tenia necesidad de contar nada a nadie
Y sin embargo se sentía más libre que nunca
En esos entresijos de normalidad
En el que se filtraba su recuerdo
De manera muy breve.
Pero lo hacia.
Aparecían escenas, en las que aún estaban en la cama tumbados, sin hacer nada.
Ver amanecer
Ver anochecer
Juntos
Evidentemente todo estaba pasado de moda
Nuestras ropas
Muéstralo relación
Nuestro tiempo
Solo era una trampa de su mente
Pero había aprendido a sortearlas
Incluso a disfrutarlas
Era como si toda la imaginación que alguna vez había tenido como escritor
Se hubiera puesto al servicio de recrear el pasado
Como un parque de atracciones.
Bueno ahora si,
Ahora la historia nos pertenecía no tenia necesidad de compartirla con nadie.
Aunque lo hiciera, ya no había necesidad.
“Encendió la radio, y puso sus recuerdos en marcha”.
Daniel M. Givaudan.
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