Hablaban mucho de lo eterno.
De lo duradero.
De lo sostenido en el tiempo.
Pero,
¿y lo efímero?
¿El sabor de lo intenso?
Como soñar.
Como ese subidón
al caer desde una altura enorme.
Intenso
como la canción que te gusta
y no dejas de repetir a sorbitos.
Intenso
como un olor que te hace sonreír.
Tan intenso como el sol.
Tan fugaz como un momento.
DMG
“…Lo bueno, lo bonito…”
Sant Jordi 2025
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